2015 cerró la puerta y tras él, se quedaron los días malos, los pensamientos amargos, los sentimientos desolados, el dolor instaurado...
2016 de un soplo la abrió y dejó pasar una oleada de esperanza, un puñado de ilusión, una pizca de fe... y una lluvia de felicidad lo inundó todo.
Se cumplieron viejos sueños y nuevos deseos.
¡SALUD para alcanzar todo lo que soñéis!
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